Articulo escrito por: Lucas Becrod, economista, CEO y Founder de Finangher.
"¿Por qué Finangher?". Es la pregunta que me lleva a pensar en el origen de nuestra existencia. Y la respuesta más aproximada que se me ocurre es: "Porque existe una continuidad significativa entre la historia de la contabilidad y la historia de Finangher". Y quiero explicarlo en este artículo de manera detallada. Aunque claro, debo darle créditos a la economista Liz Jines, por haberme preguntado.
Desde los albores de la civilización, la humanidad ha "sentido la necesidad de registrar sus transacciones económicas". Imagina a nuestros ancestros, hace miles de años, comerciando en mercados polvorientos, intercambiando bienes y servicios mientras luchaban por recordar quién debía qué a quién. En medio de esta confusión, nacieron los números, como pequeñas semillas plantadas en la tierra fértil de nuestra necesidad de orden y control.
Las primeras herramientas contables fueron simples: tablillas de barro y pinceles rudimentarios que trazaban líneas y símbolos para representar cabras, cestas de trigo y otras posesiones preciadas. Con el tiempo, estas primitivas herramientas dieron paso al papiro egipcio, al código de Hammurabi y a los códigos comerciales de Napoleón, que sentaron las bases para la contabilidad moderna.
Pero fue en el Renacimiento, en medio del auge del arte y la ciencia, cuando la contabilidad recibió su mayor impulso. Luca Pacioli, un fraile italiano, desenterró los secretos de la partida doble, un método ingenioso que equilibraba los libros y aseguraba la precisión en los registros financieros. Con su tratado sobre la aritmética, Pacioli no solo revolucionó la contabilidad, sino que también allanó el camino para futuros avances tecnológicos.
En el siglo XVII, la invención de la primera calculadora por Blaise Pascal llevó la contabilidad a nuevas alturas. Con esta maravilla mecánica, los contadores pudieron realizar cálculos complejos con una velocidad y precisión nunca antes vistas. Pero el verdadero salto hacia adelante llegó con la era digital.
Con la llegada de las computadoras, la contabilidad se transformó de manera radical. Ya no eran necesarias las tediosas tablas y los libros voluminosos. Los datos podían ser almacenados, procesados y analizados con una rapidez asombrosa, abriendo las puertas a una nueva era de eficiencia y precisión. Respaldada por las NIIF (Normas Internacionales de Información Financiera), la contabilidad se convirtió en un estándar que pretende dominar el mundo.
Y así llegamos al presente, donde la contabilidad en red se alza como la próxima frontera. Plataformas como Finangher están liderando esta revolución, ofreciendo una visión audaz de un futuro donde cada transacción es parte de una red global, donde la información fluye de forma cifrada de extremo a extremo entre entidades y sistemas, donde la transparencia y la colaboración son la norma.
Imagina un mundo donde cada individuo, cada empresa, cada organización, está conectada a una red social de finanzas llamada Finangher. Donde la información es accesible y computable para las partes involucradas, integrandose a sus balances financieros, eliminando la duplicidad y la confusión. Donde la contabilidad ya no es solo una herramienta para expertos y grandes empresas, sino que esta disponible para finanzas personales y microempresas.
En este nuevo mundo, la tecnología juega un papel fundamental. Gracias a la proliferación de los smartphones y el acceso generalizado a internet, la contabilidad en red está más al alcance que nunca. La App Finangher se erige como una herramienta disruptiva en este panorama, eliminando la necesidad de "imprimir" vouchers y simplificando la gestión financiera de extremo a extremo. Ahora, los registros de transacciones, incluyendo facturas, se sincronizan en la nube y están disponibles al alcance de un dedo, directamente desde el teléfono móvil.
Pero la contabilidad en red es más que una cuestión de conveniencia. Cada interacción económica y financiera tiene un impacto, ya sea positivo o negativo, en el ambiente. En Finangher, estamos comprometidos con una visión más amplia de la contabilidad, una que incluya no solo los números en una página, sino también el costo ambiental de cada transacción. Nuestra plataforma pretende asignar puntuaciones de impacto a cada recurso utilizado por cada entidad en su día a día, permitiendo una contabilidad ambiental automatizada y precisa. Esta innovación nos llevará a preparar estados financieros que reflejen los impactos de las externalidades generadas por las entidades, abriendo la puerta a una nueva visión del beneficio empresarial, donde el éxito económico está intrínsecamente ligado a la sostenibilidad ambiental.
Además, la contabilidad en red nos permite ir más allá del ámbito financiero para abordar problemas globales urgentes, como la gestión de residuos y la promoción de la Economía circular. Con Finangher, podemos llevar registros detallados (automatizados) de la generación y consumo de residuos por cada individuo y organización, obteniendo estadísticas útiles para plantear nuevas iniciativas que contribuyan a la sostenibilidad del planeta.
Así, en el epicentro de esta revolución, Finangher se alza como un faro de esperanza, guiándonos hacia un futuro donde la contabilidad en red es más que una herramienta: es un motor de cambio, un facilitador de la transparencia y un defensor de la sostenibilidad. En un mundo cada vez más conectado, Finangher nos muestra que la contabilidad no solo cuenta números, sino historias de progreso, responsabilidad y visión hacia un futuro más próspero para todos.
Publicación: 14/05/2024, mejora de sintaxis asistida con IA.